Vigilancia de aguas residuales resultó ser un buen rastreador de variantes de COVID
Un gran equipo de investigadores afiliados a una gran cantidad de instituciones en Austria descubrió que la vigilancia de aguas residuales a largo plazo se puede utilizar para rastrear la propagación de variantes de COVID en todo un país. En su artículo publicado en la revista Nature Biology, el grupo describe su estudio de dos años de muestras de aguas residuales de sitios en toda Austria.
Los funcionarios de salud de todo el mundo continúan rastreando el SARS-CoV-2, por temor a la aparición de una variante que podría eludir las vacunas actuales, poniendo en riesgo a la población mundial una vez más. En este nuevo esfuerzo, los investigadores de Austria analizaron muestras de aguas residuales recolectadas de los centros de tratamiento de todo el país. Cada muestra se trató para extraer muestras de virus que luego se secuenciaron para aprender más sobre su composición. El objetivo principal del proyecto de dos años ha sido rastrear la propagación de nuevas variantes.
El trabajo se llevó a cabo durante los años 2020 a 2022, el tiempo suficiente para ver la evolución del virus y la propagación de variantes. El equipo recolectó suficientes muestras para cubrir el 59% de la población del país. Los investigadores también compararon sus hallazgos con los datos recopilados de proveedores de atención médica en todo el país que informaron pruebas positivas de COVID. Descubrieron que eran relativamente iguales en cuanto a la identificación de nuevas cepas en el país a medida que avanzaba la pandemia. Y como han descubierto investigadores de otros países, la cepa dominante en Austria pasó de la variante delta a omicron.
Los investigadores sugieren que analizar las aguas residuales es una buena manera de rastrear la propagación de una enfermedad viral en una población determinada porque permite a las autoridades ver qué tan frecuente es realmente: los virus aparecen en las muestras de heces, ya sea que las personas se hayan hecho la prueba de COVID o no. También es una buena forma de hacer un seguimiento de la transición a nuevas variantes, lo que permite a los oficiales determinar si se requiere alguna acción para frenar su progreso. Y también señalan que es mucho menos costoso que los métodos de prueba convencionales.