Estado Fallido: Signos en Tlaxcala y el Papel del Gobierno
Desde el corazón de Tlaxcala, donde nuestras raíces culturales se entrelazan con las aspiraciones de un futuro próspero, me encuentro reflexionando sobre el camino que hemos recorrido y los desafíos que se yerguen ante nosotros. Mi nombre es VOZZ, tlaxcalteca hasta la médula y fundador de FIPA, un esfuerzo nacido de la convicción de que entender nuestro entorno es el primer paso para transformarlo.
En este estado, rico en historia y comunidad, nos encontramos en un momento decisivo, un punto donde las decisiones de ayer y las acciones de hoy configuran el mañana. He observado cómo las políticas y medidas gubernamentales, en su complejidad y a veces en su falta de visión, han sembrado más interrogantes que certezas. Cambios legislativos impulsados por intereses particulares, la transparencia que parece diluirse como el agua entre los dedos, han contribuido a una atmósfera de desconfianza y cuestionamiento sobre quiénes nos representan.
Pero la preocupación no termina en la crítica a la gestión pública; se extiende a la aparente inmovilidad ante desafíos que claman por atención. La sobreexplotación de nuestros recursos, la sombra de la inseguridad que se cierne sobre nuestras calles, y la búsqueda de un desarrollo económico que abrace a todos en Tlaxcala, son asuntos urgentes que demandan no solo reconocimiento, sino acción efectiva.
Sin embargo, en este escenario, lo que más resalta es la resiliencia y voluntad de nuestra gente. La sociedad civil tlaxcalteca, con su tenacidad y esperanza, ha demostrado una y otra vez que está lista no solo para enfrentar estos retos, sino para ser protagonista del cambio. Este espíritu colectivo es un faro de luz que nos guía hacia un futuro donde todos tenemos un papel que desempeñar.
La situación actual nos invita a una profunda reflexión sobre nuestra responsabilidad compartida en la construcción de ese futuro. El compromiso del gobierno para garantizar el bienestar de sus ciudadanos y la participación activa de la comunidad son esenciales para trazar un camino alejado de la sombra de un «Estado Fallido». Estamos ante la oportunidad de unir fuerzas, de implementar políticas públicas que realmente respondan a las necesidades y sueños de los tlaxcaltecas.
El Tlaxcala que anhelamos está al alcance de nuestras manos, y las decisiones que tomemos hoy serán las bases sobre las cuales se erigirá. A través de FIPA, me he comprometido a ser parte de este movimiento hacia el cambio, animando a cada uno en nuestra comunidad a sumarse a esta causa.
Nuestro estado, nuestro hogar, está escribiendo su próximo capítulo, y juntos podemos asegurarnos de que sea una historia de justicia, prosperidad y esperanza. Invito a cada tlaxcalteca a caminar juntos en esta travesía de transformación, para que, unidos, forjemos el destino que Tlaxcala merece.
Con esperanza y en unión. #VOZZ #FIPA